lunes, 29 de julio de 2019

CANSANCIO



CANSANCIO

Todos, todos tenemos una hora cobarde.
una hora de hastío cuando muere la tarde.

Cuando se va el amigo que nos trae calor.
el amigo de oro, el Mago Gestador.

Cuando se juntan todas las impresiones malas
y el alma es un tejido de finísimas alas.

Cuando puede decirse: lo que fue no será;
lo que no hice hoy no lo haré nunca ya.

Es entonces, cobarde, que me acosa el deseo
de ser y ni pienso, ni trabajo, ni creo.

Es una nulidad completa de mí misma
que me asusta y me hiere, me subyuga y abisma.

Es entonces que yo quisiera ser así
como una cosa nimia, fútil y baladí.

Un chicle que se lleva guardado en el bolsillo.
una prenda cualquiera, un reloj, un anillo...

Ser una cosa muerta que la lleven cargada
y que no sabe nada y que no piensa nada.

Todos, todos tenemos una hora cobarde,
una hora de hastío cuando muere la tarde.


Alfonsina Storni
 La inquietud del rosal  1916

viernes, 26 de julio de 2019

… ¿Qué?



¿Qué?

¿Quién solloza sin tasa?
¿Es la pena del mundo?
¿Es tu amor moribundo?
¿Es la muerte que pasa?

¿Por qué tiembla mi casa?
¿Quién esta gemebundo
en su patio profundo?
¿Quién las manos me abrazan?

Este viento que hiela
Esta luna que riela
por el cielo agrisado...

Esta sombra, este ruido...
Aquel árbol caído...
¡Tengo miedo, mi amado!

Alfonsina Storni
Irremediablemente 1919












miércoles, 24 de julio de 2019

¿ Vale La Pena ?




¿Vale La Pena?


¿ Vale acaso la pena ?... ¿ Vale la pena acaso
ir cruzando la vida, sin un rayo de sol,
y no tener adentro la virtud del crisol
para purificar el alma paso a paso...?
¿ Vale la pena acaso?... ¿ Vale acaso la pena
soportar esta vida cortísima y cruel
para llevar el alma cubierta de hiel,
y no sentirla nunca inmensamente buena ?
No vale, no, la pena... Preferible es entonces
abrirse el corazón a golpe de puñal
y destruir con la muerte, salvadora y fatal,
el corazón tan frio como entraña de bronce...
Para malas están en los bosques las fieras...
Tráiganlas enjauladas a la inquieta ciudad
y suéltenlas allí como fatalidad
para que despedacen las colmenas enteras.
Y el hombre, que se acuerde de entrar en los talleres,
que vaya a sus cuartujos y vean con afán
como cansadamente se procuran el pan
los niños infelices y las pobres mujeres...
No vale, no, la pena soportar esta vida
para no haber destruido el instinto del mal,
y es mejor desangrarse a golpe de puñal
y entrar pronto a la senda donde todo se olvida...


Alfonsina Storni
La Inquietud Del Rosal 1916

Alegría



Alegría

Detrás de la cortina
veo nubladamente mi ciudad:
los techos empapados de sol
la pradera de no me olvides,del rio,
el bosque rojo de las chimeneas
las flechas inmóviles
delos pararrayos.
Cubos tatuados
de negras ventanas,
pegadas a la tierra,
arboles inofensivos
lloran su humildad esclava
en los patios pequeños.
Finos arroyos de miel
de miel cálida
como el sol de los tejados,
suben y bajan en marcha circular
por la isla pálida de mi cuerpo.
El alma,espiral gris perla,
sube a tocar el cielo,
lo abarca de extremo a extremo,
y expandiéndose hasta aplicarse a su bóveda
ampara y besa
la cuidad querida,

Alfonsina Storni
Poesía Inedia
Antología Mayor - Hiperión 1994

martes, 16 de julio de 2019

Creación



Creación


Las hojas de los arboles cayendo suavemente
los pájaros buscando su nido a la oración,
murmurios de las aguas que ruedan lentamente
indica la grandeza de la creación.


El sol rasgando el velo de nubes nacaradas
echando sobre el mundo su luz esplendorosa.
El agua con rugidos cayendo en las cascadas
son signos evidentes de una creación grandiosa.


Las flores exhalando perfumes por doquiera,
el campo tamizado de pasto y de verdura
los arboles creciendo del rio en la rivera,
son himnos que levanta la mágica natura.


Poesía inedita
Antologia mayor  
Editorial Hiperión 1994
Alfonsina Storni


viernes, 5 de julio de 2019

Los Malos Hombres



Los Malos Hombres

Amigas: defendedme,
Me han hecho un grave daño,
En una mala noche
Fieltro malo me han dado...
Sabed, amigas rubias,
Las de los dulces labios,
Sabed, amigas rubias,
Que por la vida andando
Unos hombres -eran tres-
Me salieron al paso.
Oh, amigas, defendedme,
Que padezco de espanto...

Eran aquellos hombres
Lúgubremente largos...
Secos como esqueletos,
Blancos como mis manos.
La nariz, de cortante,
Pudiera dar un tajo.
Los ojos se escondían
Felinos, bajo el párpado,
Y eran finas, muy finas,
Finísimas sus manos.

Oh, amigas, en silencio
Aquéllas me apresaron:
Seis tenazas heladas
Me tendieron un lazo
Contuvieron mi llanto,
Seis cadenas humanas
Me domaron los brazos.

Amigas, esos hombres
Los ojos me vendaron.

Las flores que llevaba
Las tiraron al barro.

Un alfiler al rojo
Pecho adentro me hincaron.

Ungiéronme los labios
Con aceites amargos.

Con abrojos y zarzas
Mis dedos maniataron.

Me dijeron que yo
Soy un pobre guijarro.
Me dijeron que Dios
no es ni bueno ni malo,
Pero que aquél no es nada
Y yo, en cambio, soy algo.

Después...después...crueles
Rieron de cansancio...
Después...después...crueles

Riendo se alejaron.
Y yo quedé vencida
Sobre el camino largo.

Amigas, desde entonces
Tengo el cuerpo embrujado.
Amigas, desde entonces
Resiste grave el daño

Amigas, desde entonces
Me persigue el espanto.

Nunca salgáis de noche,
Las de los dulces labios.

Nunca salgáis de noche,
Ni con cielo estrellado.

Los hombres andan sueltos,
Como perros sin amo.

...Y eran tres hombres secos,
Lúgubremente largos.



Alfonsina Storni
Antología Mayor - Hiperión 1994

Danzón Porteño



Danzón Porteño


Una tarde, borracha de tus uvas

Amarillas de muerte, Buenos Aires,

Que alzas en el sol de otoño en las laderas

Enfriadas del oeste, en los tramontos,


Vi plegarse tu negro Puente Alsina

Como un gran bandoneón y a sus compases

Danzar tu tango entre haraposas luces

A las barcazas rotas del riachuelo:



Sus venenosas aguas viboreando

Hilos de sangre; y la hacinada cueva;

Y los bloques de fábricas mohosas,



Echando alientos, por las chimeneas,

De phetos devorados, machacaban

Contorsionados su obsedido llanto.



Alfonsina Storni

Mascarilla y Trébol 1938






Almas Jugosas


Almas Jugosas


Si en este silencio un hado pudiera
tomarnos las almas y las exprimiera,
caería en el mundo un néctar divino.
Un poco de estrellas en forma de vino.


Y en blanca mañana, las voces en coro
de la primavera,las voces en calma.
El jugo divino de tu alma y mi alma
libando estarían abejas de oro.


Alfonsina Storni
irremediablemente 1919

POEMA DE AMOR VI


POEMA DE AMOR VI
Por sobre todas las cosas amo tu alma. A través del velo de tu carne la veo brillar en la obscuridad: me envuelve, me transforma, me satura, me hechiza. Entonces hablo para sentir que existo, porque si no hablara mi lengua se paralizaría, mi corazón dejaría de latir, toda yo me secaría deslumbrada.

jueves, 4 de julio de 2019

El Templo Inmenso


El Templo Inmenso


Subir a lo más alto, hasta la cumbre
de la montaña, grito de la tierra,
y en la gloria de la luz de un plenilunio
desatar la garganta en un concierto
hecho de notas bellas.


Cantar, cantar, arriba,
sobre todo cantar para la luz y la montaña
poner en su armonía la armonía
que se siente fluir de la garganta.


Dejar la inspiración que tome vuelo
sin compás, como el verso que no sabe
rimas sin disonancias.


Libertad en el canto. Libertad.
Mas libertad aun, toda la que haya.
¡Yo quiero así cantar!


¡Denme la bóveda del templo inmenso,
la bóveda que finge terciopelo
azulado en la noche
y su bordado de oro como flores
gestadas en el sol!.


¡Para hincar mi rodilla, la montaña
para adorar la bóveda florida
por los mundos que ruedan en el todo!
¡Yo quiero cantar!


Y será mi oración, como el sollozo
de todos mis dolores, como el grito
de todos mis martirios, llegarán
al violonchelo puesto en mi garganta.


¡mis rebeldías rojas, como sangre
y será mi oración toda de gracias,
por la bendita gloria de vivir
que vive en mis arterias!.


¡Y será toda dulce, como el beso
de mi boca a la boca misteriosa
e inmensa de la nada!...


Y rodando en la noche ira mi canto
sin orden, como yo, hasta las cosas
que nadie explicará...


Quizá sepa un poeta de esas voces
que pugnan por hallar en la garganta
¡la nota wagneriana!


La Inquietud del Rosal 1916
Alfonsina Storni




martes, 2 de julio de 2019

EL FRASCO DE PERFUMES


EL FRASCO DE PERFUMES

Había llorado mucho y sin saber porqué...
Estaba neurasténica, cansada, no sé... 

 
Una melancolía que era como un puñal
clavado en el cerebro me hacía mucho mal. 

 
Parecióme que había un lazo de crespón
amortajando viva la paz del corazón. 

 
Hacia el libro que adoro mis dos manos tendí
y volvieron mis manos vacías hacia mí. 

 
Y entonces en el búcaro mi mano se posó
y nerviosa, una rosa de fuego deshojó. 

 
Y fue la rosa de fuego destrozada después
un reguero de sangre que moría a mis pies. 

 
Y jugué con las gotas de sangre bermellón
como la neurastenia jugaba en mi ilusión. 

 
Pisélas una a una con la punta del pie
y sobre su cadáver diminuto lloré. 

 
Fatigada del juego fuime hasta el tocador,
me había puesto pálida el pálido dolor.

 
Y tenía los labios blancos como el azahar
un azahar de novia que se va a desposar. 

 
Y pensé que el dolor era un novio sutil
que gustaba de azahares hecho en labio febril...

Y en el plateado espejo de bruñido cristal...
puse un beso de hielo sobre el azahar fatal.

Después mi mano inquieta todo lo revolvió...
un frasco de perfumes hasta el suelo rodó. 

 
Estrepitosamente se quebró su cristal.
Muriendo en una lenta notita musical.

Y, liberto, el perfume ascendiendo hasta mí
quiso inundarme toda, toda, en su frenesí. 

 
Oh, milagro divino de libélula azul
que puso en mi tristeza dos alitas de tul! 

 
Oh, contraste bendito, fresquísimo y grácil
que abrió entre los azahares cien claveles de abril!

Primavera! Tu soplo en mi alma se volcó
y vencida mi alma toda se te entregó! 

 
Me hablaste de praderas, las trajiste hasta mí,
y loca, largamente, me reí... me reí... 

 
La Inquietud del Rosal 1916
Alfonsina Storni



¿RECUERDAS?

¿R ecuerdas ? Estaba el cielo amable, era la primavera... Yo tenía quince años _ ¡ oh, quince años en flor ! Y de tus ...