Acababa
noviembre cuando te encontré. El cielo estaba azul y los árboles
muy verdes. Yo habĂa dormitado largamente, cansada de esperarte,
creyendo que no llegarĂas jamás. DecĂa a todos: mirad mi pecho,
¿veis?, mi corazĂłn está lĂvido, muerto, rĂgido. Y hoy, digo:
mirad mi pecho: mi corazón está rojo, jugoso, maravillado.
lunes, 8 de abril de 2019
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